Cuentos y Microrelatos

Triángulo

El triángulo en sus piernas me detiene, pero no pienso que es grande porque puede ser algo desagradable.

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Sorpresa 

Estábamos abrazados  dentro de su habitación cuando entró un dragón y nos prendió en fuego.

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En mi casa

Eran las diez de la noche, día 31 de diciembre. Mi televisión se encontraba encendida cuando el cinc fue perforado junto con  mi cerebro.

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Rareza de las mujeres

Estar con ellas me hacía ver tan atractivo. Le gustaba a todas las mujeres del barrio, en especial a mi ex novia, me tenía cansado de tanto escribirme mensajes, de decirme que me amaba, que dejara esa gringa de la mierda.

Todos los días me llamaba y cuando me veía decía, que se estaba muriendo por mí,  que no comía y que la ropa le estaba quedando floja. Yo la verdad es que a veces le creía.

Su prima también me quería o eso decía, bueno todas las del barrio me miraban bien, y yo carajo muy encumbrado ¡y quién no! Si hasta la que nunca me  habían mirado, me enseñaban su linda dentadura, con su risita que ya ustedes saben a que aludían. Mi ex novia me sofocaba y sus amigas  también con sus mandaditos. Pero en especial ella, dique que me amaba de verdad. Ella, mi ex, dio y dio hasta que me convenció de que ella era mi mejor opción.

Y hasta el día de hoy, nunca más me ha vuelto a llamar ni ella ni  nadie.

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Pensé que me odiaba

En nuestras noches las caricias eran infinitas, siempre supe que lograría tener una  mujer bonita y como yo la deseaba, inteligente, deseada por todos. Ella como todos nosotros tenía sus defectos. Cuando más concentrados estábamos en eso del amor repentinamente me agredía, cambiaba de estado constantemente.

La verdad es que no entendía porque una joven tan bella actuara de esa forma. Pensaba que me odiaba. Luego ella me pedía perdón, decía que me amaba, que la disculpara y yo así lo hacía, porque la quería. 

Las madrugadas eran magnificas, pero cuando ella se revolteaba, me abofeteaba, me pateaba. Pero con ella aprendí a ser masoquista. Quería entender porque sin más ni para que, cuando escuchaba la palabra tío veía al mismo diablo, y lloraba hasta más no poder. Era un enigma;  y yo caramba no entendía nada.

Hasta que mi madre habló de acosos sexuales delante de ella.

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Transparencia 

Lo malo es que ella me dijo que me quería. Y yo  aún la quiero. Recuerdo sus besos y aquel primer encuentro, fue  el catorce de febrero, en el parque a las diez pe eme.

Nos presentamos. Hablamos. Nos gustamos. Era la joven más bonita de aquel lugar, tenía unos largos cabellos color castaño, su rostro muy bien maquillado y unos senos prominentes.

Notaba que todos se quedaban mirándome, me regocijaba. ¡Con qué suerte había corrido!, la mujer más hermosa se había interesado en mí. Decidimos irnos. En el taxi nos acariciamos, y creí que el amor había triunfado, el taxista me observó y se sonrió como alagándome.

Llegamos al hotel. Nos abrazamos, sentimos deseo de tenernos, de amarnos… Pero la vi desnuda y era diferente.

La malvada se transformó en un hombre.

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Tras la ruta

Sobre tres enigmáticos sótanos vuelan los murciélagos. La lámpara empapa sus pulmones, nos les importa la noción de la gravedad.

Sobeida entró y a los tres días el pelo se le cayó ¡coño! ¿Qué carajo es lo que tienen estos judío sótanos? Juan también entró y a los tres días lo encontraron más muerto que a Balaguer.

La gente sabe que estos sótanos son una inminencia peligrosa, pero es una cuestión de un diez y seis de mayo, la dignidad dice: son sesenta pesos. Quirino Ernesto Paulino, Florián Feliz  y Figueroa Agosto dan órdenes y regalos por doquier. Ha triunfado la verdad.

Los Estados Unidos invadieron.

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